Qué hacer para que no te contraten en una entrevista de trabajo

jueves, 16 de octubre de 2014

Información de utilidad para una entrevista de trabajo

Estos son algunos de los fallos que jamás deberías permitirte:

 

* Descuidar previamente la entrevista telefónica. Esa llamada previa es el primer paso para llegar a la entrevista personal. No la descuides. Debes ser conciso y asegurarte de que estás en un lugar en el que puedes hablar, desde donde tu interlocutor te va a escuchar perfectamente. Evita los monosílabos ya en esta primera conversación.

Ten en cuenta que los entrevistadores pueden descartar a algunos candidatos tras ese primer contacto de la entrevista telefónica.

 

* Llegar sin los deberes hechos. No haber buscado toda la información posible sobre la compañía y sobre el puesto es otro de los graves errores. Tampoco es positivo que demuestres una falta de interés acerca de quién o quiénes te van a entrevistar.

 

* Causar mala impresión por el aspecto, la vestimenta o los modales. No olvides que todos estos factores los controlas tú y que con esta información el entrevistador, consciente o inconscientemente, te descartará pensando que habrá otra persona que cause mejor impresión. Lleva ropa adecuada a cada entrevista. El sentido común te ayudará en cada caso. El móvil debe estar apagado y preferiblemente fuera de la mesa.

 

* Interrumpir al interlocutor. Espera el momento para intervenir, deja que el consultor formule las preguntas y tómate tu tiempo antes de contestar. Evita la precipitación. Recuerda que deberías haber preparado la entrevista y tener un cierto “guión y discurso” para resultar estructurado y coherente.

 

* Hacer demasiadas preguntas al comienzo. No cometas el error de olvidar la regla del 50-50: la mitad del tiempo habla el entrevistador; y la otra mitad, tú. Todavía habrá menos tiempo para ti si son dos los entrevistadores.

 

* Ser demasiado lacónico en las respuestas. Tus respuestas han de durar más de 20 segundos y menos de 2 minutos. No hace falta llevar un cronómetro para ser consciente de eso. Evita los monosílabos. No divagues a la hora de responder a las preguntas de tu entrevistador.

 

* Tomar apuntes en los primeros momentos. Eso suele impacientar al entrevistador.

 

* No conocer tu propio currículo. Estudia tu propia vida laboral. Si pones algo en el currículo y luego no eres capaz de respaldarlo en la entrevista habrás cometido un error garrafal.

 

* Criticar a tu empresa o a tus jefes anteriores. Hablando mal de otros sólo consigues descalificarte a ti mismo.

 

* Cometer fallos que tienen que ver con el lenguaje no verbal. No mirar a los ojos a tu entrevistador. No asentir. Sentarse incorrectamente. No juegues con la alianza durante la entrevista ni te muevas continuamente en el asiento ni arrastres los pies: hace resonar la inquietud en el entrevistador y despiertas sus posibles debilidades.

 

* Mendigar o humillarse solicitando el puesto. Deja claro que te interesa y que respondes a él. Mantén el tipo y la gallardía, aunque te mueras por el puesto.

 

* Hablar de dinero en la primera cita. Preguntar por el sueldo es una cuestión perdedora. A nadie le interesa contratar a un candidato motivado por el dinero.

 

* Preguntar por el horario. Hazlo sólo si buscas que te descarten. Es infalible.

 

* La falta de puntualidad. No vale la pena llegar antes de tiempo y mucho menos llegar tarde a una entrevista de trabajo. Transmites la imagen de ser una persona poco formal. Si vas a llegar tarde por algún imprevisto puedes hacer una llamada para avisar a la persona que te espera de tu retraso.

 

* Mostrarse apático. Tienes una única oportunidad de generar una excelente impresión en tu interlocutor. Se positivo y entusiasta. Sonríe.

 

* Asumir compromisos para los que no estás preparado. No pierdas el tiempo en un proceso de selección para un trabajo que no aceptarás y no lo hagas perder a los demás.

 

* Falsear u ocultar información sobre tu vida personal. Genera desconfianza en el consultor, y seguramente significará el final de tu participación en el proceso en cuestión. Un buen consultor sabrá detectar incoherencias en la vida profesional de un candidato.

 

* Preguntar si eres el candidato idóneo para la posición. Transmites seguridad y confianza, pero a la vez arrogancia y escasa prudencia. Interésate por la cultura de la organización y por sus valores, ahí encontrarás la clave para determinar si eres el candidato adecuado, y si la compañía es adecuada para ti. Tampoco conviene que al finalizar la entrevista preguntes si lo has hecho bien.

 

* Acudir a la entrevista con familiares o amigos. Se trata de una reunión personal. Es lo que se conoce como padres helicóptero, que intervienen excesivamente en los procesos de selección de sus hijos, inquiriendo a los entrevistadores o pidiendo explicaciones a los empleadores son una influencia perjudicial para los candidatos. Las compañías ven en este tipo de "ayuda" innecesaria una falta de madurez o independencia de aquellos que buscan trabajo.

 

Fuente: Diario Expansión


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